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Tablas de Baha'u'llah Reveladas despues del Kitab-i-Aqdas

by Bahá'u'lláh

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Chapter 7

LAWH-I-DUNYÁ

Tabla del Mundo

En mi Nombre, que llama en voz alta en el Reino de la Prolación.

La alabanza y el agradecimiento es lo apropiado para el Señor del dominio manifiesto, que ha adornado la poderosa prisión con la presencia de los honorables 'Alí Akbar y Amín, y la ha iluminado con la luz de la certeza, la constancia y la seguridad.28 La gloria de Dios y la gloria de todos los que están en los cielos y en la tierra sean con ellos.

Luz y gloria, salutación y alabanza sean con las Manos de Su Causa, a través de las cuales ha brillado la luz de la fortaleza y se ha establecido la verdad de que la autoridad para escoger Le corresponde a Dios, el Poderoso, el Potente, el Irrestringido, por medio de las cuales se ha agitado el océano de la misericordia y se ha difundido la fragancia de los muníficos favores de Dios, Señor de la humanidad. Le imploramos -exaltado sea Él- que les ampare con el poder de sus huestes, les proteja con la potencia de su dominio y les socorra con su fuerza indomable que prevalece sobre todas las cosas creadas. La soberanía es de Dios, Creador de los cielos y Señor del Reino de los Nombres. El gran Anuncio proclama: ¡Oh gentes de Persia! En tiempos pasados fuisteis símbolo de la misericordia y personificación del afecto y la benevolencia. Las regiones del mundo fueron iluminadas y embellecidas por el brillo de la luz de vuestro conocimiento y por el resplandor de vuestra erudición. ¿Cómo es que os habéis levantado para destruiros a vosotros mismos y a vuestros amigos con vuestras propias manos?

¡Oh Afnán, oh tú que has brotado de mi antiguo Linaje! Mi gloria y mi amorosa bondad son sobre ti. ¡Cuán vasto es el tabernáculo de la Causa de Dios! Cubre a todos los pueblos y razas de la tierra, y dentro de poco reunirá a toda la humanidad bajo su protección. Tu día de servicio ya ha llegado. Innumerables Tablas atestiguan las generosidades que te han sido otorgadas. Levántate por el triunfo de mi Causa y, con la fuerza de tu palabra, somete los corazones de los hombres. Tienes que manifestar aquello que asegure la paz y el bienestar de los desdichados y oprimidos. Prepárate para llevar a cabo tu empeño, para que quizás puedas liberar al cautivo de sus cadenas y le permitas alcanzar la verdadera libertad.

En este día la justicia lamenta su condición, y la Equidad gime bajo el yugo de la opresión. Las densas nubes de la tiranía han oscurecido la faz de la tierra y han envuelto a sus pueblos. Por orden del Ordenador omnipotente, mediante el movimiento de nuestra Pluma de gloria, hemos inspirado una nueva vida en toda estructura humana y hemos infundido una potencia nueva en cada palabra. Todas las cosas creadas manifiestan las pruebas de esta regeneración mundial. Ésta es la más grande, la más gozosa nueva, dada a conocer a la humanidad por la Pluma de este Agraviado. ¿Por qué teméis, oh mis bienamados? ¿Quién hay que os pueda apesadumbrar? Un poco de humedad basta para disolver la arcilla endurecida con la que está moldeada esta generación perversa. El simple hecho de reuniros es suficiente para dispersar las fuerzas de esta gente vana y sin valor.

La lucha y el conflicto son propios de las bestias salvajes. Fue por la gracia de Dios y con la asistencia de palabras apropiadas y hechos encomiables que retornaron a sus vainas las espadas desenfundadas de la comunidad bábí. De hecho, mediante el poder de las buenas palabras los virtuosos siempre han logrado el dominio de las praderas de los corazones de los hombres. Di: ¡Oh vosotros los amados! No renunciéis a la prudencia. Inclinad vuestros corazones hacia los consejos que da la Pluma Más Exaltada y tened cuidado, no sea que vuestras manos o vuestras lenguas causen daño a alguien entre la humanidad. Referente a la tierra de (r)á (Teherán), hemos revelado en el Kitáb-i-Aqdas aquello que advertirá a la humanidad. Los que perpetran tiranía en el mundo han usurpado los derechos de los pueblos y razas de la tierra, y reiteradamente obran de acuerdo con sus inclinaciones egoístas. El tirano29 de la tierra de Yá (Yazd), cometió aquello que hizo derramar lágrimas de sangre al Concurso de lo Alto.

¡Oh tú que has bebido del vino de mi prolación y has fijado tu mirada en el horizonte de mi Revelación! Cuán extraño es que el pueblo de Persia, que no tenía rival en las ciencias y en las artes, se haya hundido hasta el más bajo nivel de degradación entre las naciones de la tierra. ¡Oh gentes! En este bendito, este glorioso Día, no os privéis de las generosas efusiones de misericordia que el Señor de abundante gracia os ha otorgado. En este Día los aguaceros de la sabiduría y la prolación se están derramando desde las nubes de la misericordia divina. Bienaventurados los que juzgan esta Causa con imparcialidad, y ¡ay de los injustos!

Todo hombre de perspicacia admitirá fácilmente, en este Día, que los consejos revelados por la Pluma de este Agraviado constituyen la suprema fuerza animadora del progreso del mundo y la exaltación de sus pueblos. Levantaos, oh gentes, y, por la potestad del poder de Dios, decidíos a lograr la victoria sobre vuestro yo, para que toda la tierra sea liberada y santificada de su servidumbre hacia los dioses de sus ociosas fantasías, unos dioses que han causado tanto quebranto a sus desdichados adoradores y de cuya miseria son responsables. Estos ídolos constituyen el obstáculo que ha estorbado al hombre en sus intentos de avanzar en el sendero de la perfección. Abrigamos la esperanza de que la Mano del poder divino preste ayuda a la humanidad y la libre de su estado de penosa degradación.

En una de las Tablas se han revelado estas palabras: ¡Oh pueblo de Dios! No os dediquéis a vuestros propios asuntos; que vuestros pensamientos queden fijos en aquello que restituya la prosperidad de la humanidad y santifique los corazones y las almas de los hombres. El mejor modo de lograr esto es mediante las acciones puras y santas, por medio de una vida virtuosa y un comportamiento excelente. Las acciones esforzadas garantizarán el triunfo de esta Causa y un carácter santo consolidará su poder. ¡Aferraos a la rectitud, oh pueblo de Bahá! Éste es, ciertamente, el mandamiento que os ha dado este Agraviado, y es lo primero que su irrestringida Voluntad ha escogido para cada uno de vosotros. ¡Oh amigos! Os incumbe renovar y reanimar vuestras almas con los dadivosos favores que están siendo derramados sobre vosotros en esta Divina Primavera que conmueve el alma. El Sol de su gran Gloria derrama su resplandor sobre vosotros, y las nubes de su gracia sin límites os protegen. Cuán sublime es la recompensa para quien no se haya privado de tan gran dádiva ni haya dejado de reconocer la belleza de su Bienamado en esta su nueva vestidura. Cuidaos, pues el Malvado os acecha listo para atraparos. Preparaos contra sus perversas artimañas y, guiados por la luz del nombre del Dios que todo lo ve, huid de la oscuridad que os rodea. Que vuestra visión abarque a todo el mundo, en lugar de limitarse a vuestro propio ser. El Malvado es el que impide el ascenso y bloquea el progreso espiritual de los hijos de los hombres.

En este Día es responsabilidad de todo hombre asirse a cuanto fomente los intereses y exalte la posición de todas las naciones y Gobiernos justos. Por medio de todos y cada uno de los versos que ha revelado la Pluma del Altísimo, se han abierto de par en par las puertas del amor y la unidad ante los hombres. Anteriormente hemos declarado, y nuestra Palabra es la verdad: "Relacionaos con los seguidores de todas las religiones en un espíritu de amistad y compañerismo". Cualquier cosa que haya hecho que los hijos de los hombres se den la espalda unos a otros y haya sido causa de disensiones y divisiones entre ellos, ha sido, por la revelación de estas palabras, anulada y abolida. Desde el cielo de la Voluntad de Dios, y con el propósito de ennoblecer al mundo del ser y elevar las mentes y las almas de los hombres, se ha enviado lo que constituye el más efectivo instrumento para la educación de toda la raza humana. La más elevada esencia y la más perfecta expresión de todo cuanto los pueblos del pasado han dicho o escrito han sido enviadas desde el cielo de la Voluntad del Dios que todo lo posee, el sempiterno, por medio de esta potentísima Revelación. Antiguamente se reveló: "El amor por el propio país es una parte de la Fe de Dios". Sin embargo, la Lengua de Grandeza ha proclamado en el día de su manifestación: "No le corresponde vanagloriarse a quien ama a su país, sino a quien ama al mundo". Mediante el poder liberado por estas exaltadas palabras, Él ha otorgado un nuevo impulso, ha dado una nueva dirección a las aves de los corazones humanos y ha borrado toda huella de restricción y limitación del Libro santo de Dios.

Este Agraviado ha prohibido que el pueblo de Dios se implique en contiendas y conflictos y les ha exhortado a realizar acciones rectas y a cultivar un carácter digno de alabanza. En este día las huestes que pueden asegurar la victoria de la Causa son aquellas que poseen una conducta excelente y un carácter santo. Benditos sean quienes se adhieren firmemente a estas cualidades, ¡y ay de los que se apartan de ellas!

¡Oh pueblo de Dios! Os exhorto a practicar la cortesía, pues por encima de todo es la primera de las virtudes. Bienaventurado quien sea iluminado con la luz de la cortesía y esté ataviado con la vestidura de la rectitud. Quienquiera esté dotado de cortesía, ha logrado, por cierto, una sublime posición. Se espera que a este Agraviado y a todos los demás se les permita adquirirla, aferrarse a ella, practicarla y fijar nuestra mirada en ella. Éste es un mandamiento obligatorio que ha emanado de la Pluma del Más Grande Nombre.

Éste es el día en el que se deben manifestar las gemas de la constancia que yacen ocultas en la mina del ser interior de los hombres. ¡Oh gentes de Justicia! Sed tan brillantes como la luz y tan refulgentes como el fuego que ardió en la Zarza Ardiente. El resplandor del fuego de vuestro amor sin duda fundirá y unificará a los pueblos y razas contendientes de la tierra, en tanto que la furia de la llama de la enemistad y del odio no puede dar otro resultado más que la lucha y la ruina. Rogamos a Dios que proteja a sus criaturas de las perversas intenciones de sus enemigos. Él, ciertamente, tiene poder sobre todas las cosas.

Toda alabanza sea para el Dios único y verdadero -exaltada sea su gloria-, por cuanto Él ha abierto, por medio de la Pluma del Altísimo, las puertas de los corazones de los hombres. Cada verso que esta Pluma ha revelado es un brillante y luminoso portal que descubre las glorias de una vida santa y piadosa, de las acciones puras e inmaculadas. Nunca pretendimos que los llamamientos que hicimos y el mensaje que dimos llegaran o beneficiaran a un solo país o a un solo pueblo. La humanidad en su totalidad tiene que aferrarse firmemente a cuanto le ha sido revelado y otorgado. Entonces, y sólo entonces, alcanzará la verdadera libertad. La tierra toda está iluminada con la gloria resplandeciente de la Revelación de Dios. En el año sesenta, Aquel que anunció la luz de la Guía Divina -que toda la creación Le sea ofrecida como sacrificio- se levantó para anunciar una nueva revelación del Espíritu Divino, y fue seguido, veinte años más tarde, por Aquel a través de cuya venida el mundo se convirtió en receptor de esta gloria prometida, de este maravilloso favor. Observad cómo se ha dotado a la mayor parte de la humanidad con la facultad de escuchar la más exaltada Palabra de Dios, la Palabra de la cual tienen que depender la reunión de todos los hombres y su resurrección espiritual.

Mientras estábamos en la Prisión de 'Akká, revelamos en el Libro Carmesí aquello que conduce al progreso de la humanidad y a la reconstrucción del mundo. Las palabras allí registradas por la Pluma del Señor de la creación incluyen lo siguiente, que constituye los principios fundamentales para la administración de los asuntos de los hombres:

Primero: Incumbe a los ministros de la Casa de Justicia fomentar la Paz Menor, para que a las gentes de la tierra se les alivie de la carga de los gastos excesivos. Este asunto es indispensable y absolutamente esencial, por cuanto las hostilidades y el conflicto se encuentran en la raíz de la aflicción y la calamidad.

Segundo: Los idiomas deben reducirse a un solo lenguaje común, que ha de ser enseñado en todas las escuelas del mundo.

Tercero: Incumbe al hombre aferrarse firmemente a lo que promoverá la camaradería, la amabilidad y la unidad.

Cuarto: Todos, ya sean hombres o mujeres, deberán entregar a una persona de confianza una parte de lo que él o ella ganen por medio del comercio, la agricultura u otra ocupación, para la instrucción y educación de los niños, lo cual será gastado con este propósito con el conocimiento de los Fideicomisarios de la Casa de Justicia.

Quinto: Se debe tener especial consideración hacia la agricultura. Aunque se le menciona en quinto lugar, indiscutiblemente antecede a las otras. En países del extranjero, la agricultura está altamente desarrollada; sin embargo, hasta ahora, en Persia ha estado lamentablemente abandonada. Esperamos que su Majestad el Sháh -que Dios le asista con su gracia- vuelva su atención hacia esta vital e importante cuestión.

Si los hombres observaran estrictamente lo que la Pluma del Altísimo ha revelado en el Libro Carmesí, bien podrían, entonces, permitirse eliminar las regulaciones que prevalecen en el mundo. Determinadas exhortaciones han fluido repetidamente de la Pluma del Altísimo con el fin de que quizá alguna vez se permita que las manifestaciones del poder y los lugares del amanecer de la fuerza las hagan cumplir. En efecto, si se encontrasen buscadores sinceros, por su amor se revelaría toda emanación de la penetrante e irresistible Voluntad de Dios. Pero, ¿dónde se encuentran los buscadores fervorosos y las mentes que indagan? ¿Dónde se fueron los ecuánimes y los imparciales? Actualmente, no pasa un solo día sin que el fuego de una nueva tiranía arda ferozmente y sin que la espada de una nueva agresión sea desenvainada. ¡Dios munífico! Los grandes y nobles de Persia se enorgullecen de actos de tal salvajismo que uno queda estupefacto al escuchar el relato de los mismos.

Día y noche este Agraviado da gracias y alabanzas al Señor de los hombres, pues se ha atestiguado que las palabras de consejo y exhortación que hemos pronunciado han sido efectivas y que este pueblo ha dado muestras de un carácter y una conducta similares a las que son aceptables a nuestra vista. Esto se afirma en virtud de un hecho que, en verdad, ha alegrado al ojo del mundo, y que no es otro que la intercesión de los amigos ante las altas autoridades en favor de sus enemigos. Ciertamente, las acciones rectas de uno atestiguan la verdad de las palabras de él mismo. Abrigamos la esperanza de que algunos hombres piadosos iluminen al mundo con la resplandeciente luz de su conducta, e imploramos al Omnipotente -glorificado y exaltado sea Él- que permita que en este Día todos sean constantes en su amor y permanezcan firmes en su Causa. Él es, en verdad, el Protector de aquellos que están completamente consagrados a Él y observan sus preceptos.

¡Oh pueblo de Dios! Innumerables son los reinos que ha revelado nuestra Pluma de Gloria, y múltiples los ojos a los que ha otorgado la verdadera iluminación. Y, sin embargo, la mayor parte del pueblo de Persia continúa privada de los beneficios de los consejos provechosos y siguen careciendo por completo de ciencias y artes útiles. Con anterioridad, estas sublimes palabras fueron especialmente reveladas por la Pluma de Gloria en honor de uno de los fieles, para que quizá aquellos que se han descarriado abracen la Verdad y se familiaricen con las sutilezas de la Ley de Dios.

Los descreídos y los que no tienen fe han puesto sus mentes en cuatro cosas: primero, el derramamiento de sangre; segundo, la quema de libros; tercero, dar la espalda a los seguidores de otras religiones; cuarto, el exterminio de otras comunidades y grupos. No obstante, ahora, a través de la gracia fortalecedora de la Palabra de Dios y de su potencia, estas cuatro barreras han sido derribadas, estos claros mandamientos han sido borrados de la Tabla y las disposiciones brutales han sido transmutadas en atributos espirituales. ¡Exaltado es su propósito, glorificado su poder, alabado su dominio! Ahora roguemos a Dios - alabada sea su gloria- para que con su munificencia guíe rectamente a los seguidores de la secta chiita y les purifique de toda conducta indecorosa. De los labios de los miembros de esta secta se desprenden incesantemente viles imprecaciones, al tiempo que recurren a la palabra 'mal'ún'30 (pronunciada con un sonido gutural en la letra 'ayn) como placer diario.

¡Oh Dios, mi Dios! Tú escuchas los suspiros de Aquel que es tu Luz,31 has oído Sus lamentos de día y de noche y sabes que Él no desea nada para Sí, sino que más bien pretende santificar las almas de tus siervos y librarlos del fuego que los acosa en todo momento. ¡Oh Señor! Las manos de tus siervos favorecidos se alzan hacia el cielo de tu misericordia y las de tus amantes sinceros se elevan a las sublimes alturas de tu generosidad. No los defraudes, Te lo ruego, en aquello que buscan del océano de tu favor, del cielo de tu gracia y del sol de tu misericordia. Ayúdales, oh Señor, a adquirir virtudes que exalten su posición entre los pueblos del mundo. Verdaderamente, Tú eres el Poderoso, el Potente, el Más Generoso.

¡Oh pueblo de Dios! Prestad atención a lo que, si se tiene en cuenta, asegurará la libertad, el bienestar, la tranquilidad, la exaltación y el progreso de todos los hombres. Ciertas leyes y principios son necesarios e indispensables para Persia. Sin embargo, es oportuno que estas medidas se adopten en conformidad con las opiniones meditadas de Su Majestad -que Dios le ayude con su gracia-, de los teólogos eruditos y de los gobernantes de alto rango. Con la condición de que ellos lo aprueben, deberá fijarse un lugar donde se reúnan. Allí deben aferrarse firmemente al cordón de la consulta y aprobar y hacer cumplir lo que conduzca a la seguridad, la prosperidad, la riqueza y la tranquilidad del pueblo. Pues si se adoptase otra medida distinta de ésta, no tendría más resultado que el caos y la conmoción.

De acuerdo con las leyes fundamentales que hemos revelado anteriormente en el Kitáb-i-Aqdas y en otras Tablas, se confían todos los asuntos al cuidado de reyes y presidentes justos y al de los Fideicomisarios de la Casa de Justicia. Habiendo meditado sobre lo que hemos manifestado, todo hombre ecuánime y perspicaz percibirá fácilmente con sus ojos internos y externos los esplendores del sol de la justicia que irradian de ello.

El sistema de gobierno que el pueblo británico ha adoptado en Londres parece bueno, pues está adornado con la luz tanto de la realeza como de la consulta del pueblo.

En la formulación de los principios y leyes se ha dedicado una parte a los castigos, que constituyen un instrumento eficaz para la seguridad y la protección de los hombres. No obstante, el terror a los castigos hace desistir a la gente de cometer acciones viles y despreciables sólo externamente, mientras que lo que guarda y refrena al hombre tanto externa como internamente ha sido, y todavía es, el temor a Dios. Él es el verdadero protector del hombre y su guardián espiritual. Al hombre le incumbe aferrarse tenazmente a lo que conduzca a la aparición de este don supremo. Bienaventurado quien presta atención a todo lo que proclama mi Pluma de Gloria y observa lo que le es ordenado por el Ordenador, el Antiguo de los Días.

Inclinad vuestros corazones, oh pueblo de Dios, hacia los consejos de vuestro verdadero e incomparable Amigo. La Palabra de Dios puede ser equiparada a un árbol joven cuyas raíces han sido plantadas en los corazones de los hombres. Os incumbe alentar su crecimiento por medio de las aguas vivas de la sabiduría, de las palabras santas y sagradas, para que su raíz quede firmemente asentada y sus ramas se extiendan tan alto como los cielos y aún más allá. ¡Oh vosotros que moráis en la tierra! El rasgo distintivo que señala el carácter preeminente de esta Suprema Revelación consiste en que, por una parte, hemos borrado del Libro Sagrado de Dios todo aquello que ha sido causa de lucha, de malicia y de perjuicio entre los hijos de los hombres y, por otra parte, hemos fijado los requisitos previos esenciales de la concordia, del entendimiento y de la unidad completa y permanente. Bienaventurados quienes guardan mis leyes.

Una y otra vez hemos exhortado a nuestros bienamados que eviten, no, que huyan de toda cosa de la que pueda percibirse el olor a maldad. El mundo se halla sumido en un gran trastorno y la mente de sus gentes se encuentra en estado de completa confusión. Suplicamos al Todopoderoso que bondadosamente les ilumine con la gloria de su Justicia y les permita descubrir aquello que les sea provechoso en todo momento y condición. Él ciertamente es el que Todo lo Posee, el Altísimo.

Anteriormente hemos pronunciado estas sublimes palabras: Que aquellos que son leales a este Agraviado sean como una nube que deja caer su lluvia en momentos de caridad y benevolencia, y como un fuego ardiente que refrena su naturaleza baja y plena de apetitos.

¡Dios Munífico! Recientemente ha sucedido algo que ha causado gran asombro. Se da a conocer que cierta persona32 fue a la sede del trono imperial de Persia y logró los favores de algunos nobles con su comportamiento adulador. ¡Qué lastimoso, en verdad, cuán deplorable! Uno se pregunta por qué aquellos que han sido los símbolos de altísima gloria se rebajan hasta la vergüenza sin límites. ¿Qué ha sido de su gran determinación? ¿Dónde se ha ido el sentido de dignidad y honor? El sol de la gloria y la sabiduría ha brillado sin cesar sobre el horizonte de Persia, pero actualmente ha descendido a tan bajo nivel que ciertos dignatarios han permitido que se les trate como juguetes en manos de los necios. La persona anteriormente citada ha escrito tales cosas respecto a este pueblo en la prensa egipcia y en la Enciclopedia de Beirut que los bien informados y los eruditos han quedado atónitos. A continuación se dirigió a París, donde publicó un periódico titulado 'Urvatu'l-Vuthqá33 y envió ejemplares del mismo a todas partes del mundo. También envió un ejemplar a la prisión de 'Akká, y con esta acción tuvo la intención de mostrar afecto y enmendar sus acciones pasadas. Para decirlo con pocas palabras, este Agraviado ha guardado silencio respecto a él. Suplicamos a Dios, el Verdadero, que le proteja y derrame sobre él la luz de la justicia y la equidad. A él le incumbe decir:

¡Oh Dios, mi Dios! Tú me ves ante la puerta de tu misericordia y tu benevolencia, volviendo mi vista hacia el horizonte de tus generosos favores y tus múltiples bendiciones. Te ruego, por tus dulces aromas y por la estridente voz de tu Pluma, oh Señor de toda la humanidad, que ayudes benévolamente a tus siervos como corresponda a tus días y sea digno de la gloria de tu manifestación y tu majestad. Verdaderamente potente eres Tú para hacer lo que deseas. Todos los que moran en los cielos y en la tierra atestiguan tu fuerza y tu poder, tu gloria y tu munificencia. ¡Alabado seas Tú, oh Señor de los mundos y Bienamado del corazón de todo hombre de entendimiento!

Tú ves, oh mi Dios, a la esencia de la pobreza buscando el océano de tu riqueza y a la esencia de la iniquidad anhelando las aguas de tu misericordia y tu tierna compasión. Concede, oh mi Dios, lo que sea digno de tu gran gloria y adecuado a la excelsitud de tu gracia ilimitada. En verdad, Tú eres el Todomunífico, el Señor de abundante gracia, el Ordenador, el Todosabio. No hay otro Dios salvo Tú, el Más Poderoso, el que se impone sobre todo, el Omnipotente.

¡Oh pueblo de Dios! En este día todos deben fijar su mirada en el horizonte de estas benditas palabras: "Solo y sin ayuda, Él hace todo cuanto Le place". Quienquiera alcance esta posición, ciertamente ha alcanzado la Luz de la unidad esencial de Dios y es iluminado por ella, en tanto que todos los demás se cuentan en el Libro de Dios entre los seguidores de la ociosa fantasía y la vana imaginación. Inclinad vuestro oído hacia la Voz de este Agraviado y salvaguardad la integridad de vuestras posiciones. Es muy necesario e imperativo que todos cumplan este punto.

Desvelado y al descubierto, en todo momento este Agraviado ha proclamado a la cara de todos los pueblos del mundo lo que servirá de llave para abrir las puertas de las ciencias, las artes, el conocimiento, el bienestar, la prosperidad y la riqueza. Ni los agravios infligidos por los opresores han podido silenciar la estridente voz de la Más Exaltada Pluma, ni las dudas de los perversos y sediciosos han sido capaces de impedirle revelar la Más Sublime Palabra. Ruego encarecidamente a Dios que proteja y purifique al pueblo de Bahá de las ociosas fantasías y corruptas imaginaciones de los seguidores de la Fe anterior.

¡Oh pueblo de Dios! Los eruditos justos que se dedican a guiar a otros y están libres y bien protegidos de los impulsos de una naturaleza baja y codiciosa son estrellas del cielo del conocimiento verdadero, a la vista de Aquel que es el Deseo del mundo. Es esencial tratarles con deferencia. En verdad, son fuentes de aguas que fluyen suavemente, estrellas que brillan resplandecientes, frutos del Árbol bendito, exponentes del poder empíreo y océanos de sabiduría celestial. Dichoso aquel que les sigue. Verdaderamente, tal alma se cuenta en el Libro de Dios, el Señor del Poderoso Trono, entre aquellos que son bienaventurados.

La gloria que procede de Dios, Señor del Trono en lo Alto y de la tierra que está abajo, sea sobre vosotros, oh pueblo de Bahá, oh vosotros compañeros del Arca Carmesí, y sobre aquellos que han inclinado sus oídos a vuestras dulces voces y han observado todo cuanto se les ha ordenado en esta poderosa y maravillosa Tabla.
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