Cantos religiosos por la paz

Ramón Echarren, en el centro, rodeado de compañeros de otras religiones y confesiones, ayer, en la Catedral.

Todos los elementos que podían separarles, desaparecieron. Miembros del judaísmo, del budismo, del islamismo, de la religión baha*i y cristianos católicos, alemanes, ingleses, suecos, de Flandes y holandeses se unieron ayer en la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria para rezar por la paz y por una pronta resolución de la guerra de Irak y del problema de Palestina. El obispo Echarren presidió el acto, que fue multitudinario, y dejó claro que la violencia no puede sustituir al diálogo. “Consideramos como ajenas a nuestras creencias cualquier discriminación, vejación o agresión armada, por motivos económicos o políticos, por motivos de raza o de color, por motivos de cualquier raza o religión”, dijo el obispo de la Diócesis de Canarias.

El obispo recordó que Juan Pablo II ha pedido el fin pacífico del conflicto y pudo hacer gala de un completo compromiso y conocimiento de la actualidad. “No sólo rezamos para que se restaure ya mismo la paz, sino que también afirmamos que la guerra, toda guerra preventiva u ofensiva, toda guerra que no sea estricta y claramente defensiva, respecto a una agresión, es una gravísima ofensa a Dios y a la humanidad”, señaló y añadió que “creemos que quien decide que se han agotado todos los medios pacíficos que pone a su disposición el Derecho Internacional asume una grave responsabilidad, ante Dios, ante su conciencia y ante la historia”.

El imán de la Mezquita de Las Palmas de Gran Canaria y director de la Liga de la Comunidad Islámica, Mohamed Mahmoud Saleh, recordó que “la religión no conoce más camino para la paz que la convivencia”. Mahmoud hizo referencia al tipo de conflictos que está imponiéndose. “Ya no son guerras entre contrincantes, sino masacres y matanzas indiscriminadas en pueblos y naciones”. El imán mostró su preocupación por los niños iraquíes, “porque están viviendo sin los sentimientos de afecto, tolerancia y convivencia y ellos serán los hombres del mañana”, agregó.

El budista Alejandro Torres, que pertenece al grupo interconfesional Encuentro de Caminantes, que ha auspiciado con frecuencia actos como el de ayer, citó a Gandhi diciendo que “no hay camino que lleve a la paz, sino que la paz misma es el camino”. El budista denunció el mal uso de las palabras democracia y libertad, cuando están “teñidas de sangre inocente” y quiso lanzar un mensaje de esperanza añadiendo que “otro mundo no sólo es posible, sino urgente y necesario”.

Judith Loaiza, de la religión baha*i, habló de que los propósitos de Dios son los de llevar a los hombres al entendimiento y la paz. Para conseguirlo, Loaiza dijo que “la paz debe enseñarse en las escuelas como principio para lograr el cambio orgánico”.

El representante del cristianismo alemán afirmó que su pueblo aprendió la lección tras la II Guerra Mundial y, por eso, ahora defiende la paz y la convivencia.

Todos rezaron juntos y expresaron sus deseos de buscar un entendimiento común y un camino conjunto contra la guerra.

Los pacifistas majoreros clavan cruces de madera para recordar a los fallecidos en la guerra

La concentración convocada por la Plataforma por la Paz de Fuerteventura que tuvo lugar el pasado lunes por la noche registró varios incidentes y se saldó con la detención de un manifestante tras la intervención del Cuerpo Nacional de Policía. Según fuentes policiales en torno a un centenar de personas se reunieron en la plaza de la Paz de la capital, tras la clausura de la XIV Feria Insular del Libro. Al final del acto y de forma espontánea los pacifistas se trasladaron a la cercana escultura denominada Movimiento a la Unidad, del artista Francisco Curbelo, y la rodearon portando pancartas de no a la guerra y con otros lemas que vertían críticas al Partido Popular.

Una vez allí, clavaron en los jardines de la escultura las cruces de madera como símbolo de los numerosos muertos registrados en los últimos días durante el conflicto bélico en Irak. Entre el grupo destacó un joven, que al parecer se halla en tratamiento psiquiátrico, que se subió a la escultura y se negaba a descender. Sus gritos y provocación, según fuentes policiales, obligaron a desalojarlo y a detenerlo y permaneció en los calabozos de la comisaría hasta el amanecer.

La concentración que apoyan CC, PSC-PSOE, IF, UPM, CC OO, UGT, IC, Agonane, Plataforma Salvar El Cotillo y Goanil se prolongó algo más de una hora en la capital. Al caer la noche los pacifistas encendieron las velas en señal de protesta y de forma novedosa se alzaron las cruces para recordar a los cientos de fallecidos. Los participantes exigieron que se suspenda de una vez y para siempre esta guerra, al tiempo que se criticó la actitud adoptada por el presidente del Gobierno, José María Aznar, y por los gobernantes estadounidenses.

El portavoz del de la Plataforma por la Paz, Pedro Marín, fue el encargado de leer un manifiesto sobre las múltiples detenciones registradas en los últimos días que “ponen a prueba el actual sistema democrático español”. Pedro Marín destacó que somos testigos, a través de los medios de comunicación de la tragedia que se está viviendo en Irak y de la crueldad de los hechos. En esta concentración también colaboran los medios de comunicación audiovisuales de la isla y contaron con la presencia del reconocido periodista majorero, José Alberto Bolaños, quien leyó varios fragmentos de literatura suramericana sobre la paz.

En la Isla son ya cinco las concentraciones a favor de la paz que han contado con un apoyo mayoritario de la población majorera de todas las edades. Una movilizaciones que han contado con un seguimiento masivo de jóvenes que con pancartas y pintadas en su cuerpo han exigido la paz, tanto en la calle como en los centros educativos. La primera movilización de la Plataforma a favor de la paz, tuvo lugar antes del inicio del conflicto el pasado 15 de febrero convirtiéndose en una de las más multitudinarias, al contar con cerca de un millar de personas llegadas desde todos los municipios.

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